Notas y artículos sobre la cocina judía

Traducido al español como «torneado», el Shawarma es un plato típico del Medio Oriente, constituido por verduras, salsa y carne asada que van dentro de un pan árabe. Destacando entre todos los demás platillos judíos.

Todos alguna vez escuchamos hablar del Falafel. Un plato típico judío, que cada día va traspasando más fronteras; llegando incluso a formar parte del repertorio gastronómico de otras culturas.

Existen cosas improbables en esta vida, pero seguramente el no haber escuchado el nombre de este plato, encabeza la lista. Siendo que el hummus no solo posee un nombre único, sino que su sabor genera una explosión de sabor.

También conocido como pan árabe o pan sirio, el pan pita es uno de los máximos representantes de la gastronomía judía; que no pueden evitar utilizar este tipo de pan blando en sus distintas fiestas, reuniones o incluso cenas casuales.

También conocido como helva, halawa, helva o halva; es un alimento reconocido, preparado en el medio oriente. Que deja con muchas ganas de repetir plato al que lo prueba, haciéndolo un manjar deseable.

Cuando pensamos en la comida árabe automáticamente se nos viene a la mente un delicioso shawarma. Este plato con siglos de antigüedad, es una bandera de la comida tradicional. Y, representa una preparación popular en la cocina libanesa alrededor del mundo.

El pan pita es uno de los alimentos más consumidos en el medio oriente. Y, es una de las comidas más populares por judíos alrededor del mundo. En cuanto su historia es bastante antigua. Por ello, hoy conocerás el origen de este alimento milenario.

El amba es uno de los pilares tradiciones de la comida judía. Pues, se consume con mucha frecuencia. Y, comúnmente esta salsa picante es combinada de pescados o mariscos. Hoy conocerás un poco sobre él.

Un rabino de Jerusalén habría juzgado la alcachofa como impura, pero en Roma, los judíos no renunciaron a este famoso plato... Y explicaron el malentendido.

El Midrash indica que en Shabat es deseable comer pescado, aves y carne para evocar el hecho de que Dios es el amo del agua, el aire y la tierra. Sin embargo, hay una tradición que ha recibido una aceptación universal en todas las comunidades judías: la de comer pescado.

Las características unificadoras de esta cocina deben atribuirse al sistema de reglas religiosas y al calendario de fiestas (los sábados los observadores ni siquiera encienden el fuego).

El Malawach, es un plato judío que se sirve en el desayuno, almuerzo o merienda, el cual consta de un pan plano que se cocina a la plancha o frito, generalmente es acompañado por huevo duro y salsa de tomate.

Las burekas, son unas empanaditas de huevo y queso, muy común en la comida judía, su preparación es sencilla aunque puede tener cierta variación, tal y como nos cuentan estas consuegras que decidieron realizarlas.

Dos judíos llegan a Venezuela en circunstancias y tiempos distintos, uno es sirio y tiene una ferretería por la avenida Victoria, el otro es turco y decide abrir una tienda de objetos de su país en el mismo sector.

Por decir lo menos, el delicioso Jalá no es la única alternativa de pan para el Shabbat. Entre los israelíes, en Tel Aviv, Jerusalén o New York, el Jachnun se hizo tradición y autoctonía, no obstante su origen judío-yemení. Se le conozca como Jachnun o Jahnun, este sabroso pastel para el buen paladar lo elaboran desde los judíos Adeni hasta las generaciones actuales… y no falta durante la mañana del Shabbat. Crujiente y empalagoso, es de la cocina israelí.

Con láminas de carnes variadas y excelente sazón, envueltas en pan tradicional, alimenticio y delicioso, acompañadas de diversos condimentos según gustos y culturas, el Shawarma pasó por Grecia, Turquía y demás países árabes, desde el Medio Evo hasta hoy. Las ventas de comida en América no se quedaron atrás. En Tierra Santa, el Shawarma vino, se quedó y gustó con las adaptaciones de una cocina ganada para la innovación, creatividad y captación de lo bueno en la tradición gastronómica judía.

En la culinaria existen muchos tipos de ensaladas con texturas, sabores y gustos diferentes entre sí; siempre habrá una distinta, novedosa al paladar. La ensalada israelí destaca por su singularidad casada con la naturaleza, tradición y permanente adaptación a múltiples culturas y momentos, todo ello sin perder la esencia de lo judío, buscando resaltar la cocina israelí allende las fronteras. Igual da para desayunar, almorzar o cenar como acompañante de platos principales en los numerosos restaurantes de menú en Israel.

Un plato venido de lejos, adaptado y perfeccionado en Israel para quedarse en casa es la Sakshuka. Está presente en todos los menús de diferentes Bruch de la capital, Tel Aviv. Lo llamen Shakshuka, Shakshookah o Chakchouka, vocablo equivalente a "una mezcla" en el árabe de Túnez, igual la Sakshuka aplica al paladar en la mañana, al medio día o como cena. La combinación de sabores y aromas lo hacen excepcional e inolvidable como tradición de la culinaria judía.

En meriendas, celebraciones o acompañando alimentos principales sobre la mesa, las Bourekas vinieron a Israel para adquirir un especial toque culinario local que las convierten en parte de la tradición gastronómica de lo nuestro judío. Ellas están en quioscos, supermercados, panaderías, pastelerías y cafeterías. El hogar también ha sido un escenario ideal para crear e inventar en la preparación y sabores finales de las Bourekas. Están en Turquía o entre los Balcanes, pero estacionaron en Tierra Santa, y se quedaron.

Conocido también como babbka o babka, es vívida representación del pan dulce por excelencia. Tenía que ser de la cocina judía, casada con la máxima creatividad de lo mejor para el paladar. La conformación definitiva, pero cambiante, del Ugat Shmarim es imagen de una variedad de rellenos que, junto al sabor y textura de la masa, nos llevan de visita a un paraíso de sabores sin igual. El abanico del origen de este pan hace tradición en la cocina judía.

Cualquiera que haya leído o topado con la cocina israelí, al menos una vez, habrá oído hablar del Sabich: un rico y sabroso sándwich que encarna todo el sabor y la tradición de ese país. Este sándwich, traído a Israel en los años 50’ del pasado siglo por inmigrantes judíos, ha sufrido algunos cambios a lo largo del tiempo, pero continúa siendo un plato representativo de la comida callejera israelí y, además de ser muy popular en la ciudad de Tel Aviv y otras zonas de Oriente Medio, está apareciendo, paso a paso, en los menús de los restaurantes de otras partes del mundo.

El éxodo masivo de judíos irakíes vinculados con el Kurdistán y venidos a Israel, trajo consigo esta apetitosa representación de la culinaria lugareña. Es un importante legado de ese pueblo llegado a la tierra que le abrió los brazos, receta transmitida entre generaciones en búsqueda de preservar su herencia. Así, la albóndiga de carne rellena, parecida a un torpedo y denominada Kubbeh, entre otras maneras se sirve cruda, hervida (en sopa) o frita, siendo un recordatorio de la tierra añorada.

Lo popular, tradicional y clásico muestra una expresión genuina en la Halva. Que si en los mejores restaurantes o en un mercado israelí, allí está para degustar y dejarla en el recuerdo de las experiencias que se desean repetir. Su masa apetitosa trascendió fronteras aquí o más allá de la tierra prometida, sea en Los Balcanes, el Mediterráneo oriental y, en el Medio Oriente, Irán; también está en la India, Pakistán o en las regiones contiguas al mar Báltico.

La cocina israelí posee variados rasgos que son influencia de la historia y cultura culinaria judía yemení. El pan conocido como Malawach es parte objetiva de lo que bien pudiera calificarse como herencia intercultural; claro, con sus matices autóctonos: en el caso israelí, muestra la forma de un pan plano y es cocinado frito o en plancha. La trayectoria temporal de este delicioso alimento se identifica bastante con la del conocido Jachnun.